La búsqueda de soluciones a algunos de los problemas más grandes del mundo, como la pobreza, la sostenibilidad ambiental y los conflictos agrícolas en las regiones en desarrollo, puede resultar abrumadora. Hay muchos factores a tener en cuenta que la escala pura es confusa, y quizás esa sea la razón por la que este tipo de problemas pueden ser tan difíciles de resolver. A veces es mejor simplificar las cosas tanto como sea posible y crear un modelo que sea aplicable tanto a problemas pequeños como a grandes.
Nuevo papel Escrito por Andrew Bell, profesor asociado de la Escuela de Artes y Ciencias e Investigación Económica de la Universidad de Boston, sostiene que quizás un videojuego tenga algunas de las respuestas que necesitamos desesperadamente. ¿el juego? Mario Kart. Sé lo que estás pensando, pero en realidad no es tan tonto como parece.
Una de las cosas que hace que Mario Kart sea tan atractivo para los jugadores de todos los niveles es su accesibilidad. No tienes que tener reflejos rápidos o pasar cientos de horas en el juego para descubrir cómo jugar. Es una experiencia de carrera simple, pero el sistema de aumento de potencia es lo que realmente lo hace brillar, y esa es la parte que Bell cree que podría ser un buen modelo para abordar los principales problemas económicos.
En el juego, los potenciadores que recibes son aleatorios, pero solo hasta cierto punto. Si fueras el primero en la carrera, tus fuerzas serían limitadas. Puede obtener una cáscara de plátano para atrapar detrás o una cáscara verde que debe apuntar con cuidado para golpear al oponente, pero estos son potenciadores de nivel inferior que no le dan una ventaja dramática.
Sin embargo, si estás en la parte trasera del grupo, obtienes impulsos más poderosos para mantenerte en la carrera. Podría ser un hongo dorado que acelera significativamente tu kart por un tiempo limitado o proyectiles rojos que rastrean automáticamente sus objetivos para que no tengas que preocuparte por disparar. Es un sistema conocido en el mundo de los juegos como «bandas elásticas» que ayuda a que las carreras sean ajustadas y divertidas para todos, incluso si se enfrentan a tiempos difíciles.
Este principio se puede aplicar a la economía, con la idea de que quienes más sufren también reciben más ayuda. En la agricultura, por ejemplo, las granjas familiares que luchan por mantenerse al día con las empresas pueden combinarse de una manera que beneficie a ambos. Se dio un ejemplo en el que una empresa de energía podría colaborar con agricultores locales en lugares como Camboya, Pakistán y Bangladesh y llegar a un acuerdo en el que los agricultores modificarían la forma en que cultivan para reducir la erosión del suelo, dando a la empresa la oportunidad de construir una presa que generaría electricidad de forma respetuosa con el medio ambiente.
Los agricultores serán compensados, la tierra se beneficiará de prácticas agrícolas menos destructivas y la empresa producirá energía verde para la zona. Es un sistema que eleva a todos, en lugar de «fortalecer» a un grupo a expensas del resto. Es una verdadera banda de goma.
Por supuesto, el concepto de ayudar a las personas necesitadas ha estado ahí … bueno, casi desde siempre, y como dice Bill, es cada vez más difícil identificar a las personas o grupos que más necesitan ayuda. Sin embargo, es un artículo interesante y proporciona una forma realmente sencilla de entender por qué necesitamos criarnos unos a otros cuando los tiempos son difíciles.